El Devorador De Almas

Un demonio de sangre humana paseaba, como de costumbre por la calle, sin tener en cuenta de lo solo que realmente estaba, por eso era un demonio y del peor tipo uno terco que no se daba cuenta de su triste realidad..... 

Pobre demonio, ciego y despreocupado que va por el mundo sin alguien a su lado , sin embargo, él era feliz así, ¿Quién necesita compañía Si uno se tiene a si mismo?- Pensaba; Por ello el demonio de sangre humana tejió en el abismo una enorme red y se sentó en el centro a esperar el día en el que alguien igual de  solitario se pase por ahí para devorar el alma de la criatura y alimentar su soledad.

Fue así como el demonio se transformó en un vil devorador de almas, la clase de demonio que se traga por completo las almas de los antisociales, amargados, marginados o tristes que se pasen por su enorme red. Todas sus presas eran atraídas a la red por su soledad, que era como un potente perfume hacia la red del devorador; y al igual que moscas para una araña llegaban "Volando" hacia el centro de la red, algunos no llegaban solos, eran empujados hacia el vacío y caían con el devorador, sin embargo una vez que perdían sus almas se quedaban condenados como más demonios para el infierno.

Hace ya más de 40 años nuestro devorador consiguió esparcir su tristeza en otra alma humana más, pero algo en aquella alma era diferente, no lloraba jamás, no mostraba ninguna señal de dolor, inclusive ignoraba las pesadillas de todas las noches, nada que el devorador intentará funcionaba pues esa alma no era común, parecía tener razones para ignorar el dolor; Nuestro demonio pudo haber ignorado a la alma pero como ya hemos dicho, era muy terco y por mas que intento abstenerse de ella , más se obsesionaba con llevarla hacia el infierno.

Estuvo días tras ella, tal vez semanas o años, pero no importará si alguna nueva alma cayera al vacío de su red, el demonio seguía tras esa alma que tanto le obsesionaba, el demonio ya estaba muy flaco, llevaba muchísimo tiempo sin alimentarse pero el solo tenía hambre de una alma, de esa alma solitaria que no parecía ser afectada por la energía negativa del devorador.

El ya sabia todo de esa alma, la había estudiado para saber qué era lo que podría dar en el clavo y llevársela de una vez por todas, antes de que algún otro devorador de almas la encontrara y la tragara.
Parecía como si la alma intentara destruir lentamente sin causar gran daño un poco de su esencia, pero ¿para que? Cada pequeño daño que se hacía parecía repeler el sufrimiento que el devorador liberaba encima del alma, era como intentar llenar un costal de grano roto.

El devorador busco un humano mas débil y cuando lo encontró utilizo su cuerpo como una cascara vacía, se acerco a la solitaria alma humana que tanto lo perseguía, en su burdo idioma se comunico y entablando una amistas comenzó su trabajo.

 El devorador estaba con ese humano, pero que confusa sensación tenia, era cálida y brillante, por mas que intentaba contaminar esa alma no conseguía nada.

Con el tiempo el demonio devorador de almas termino por contaminarse a si mismo, rompió su cascaron humano y destruido regreso a su red, sin embargo al regresar a su vieja red encontró a otro devorador de almas, uno mas grande que termino con su existencia de una vez por todas.

Se dice la razón por la que el devorador de almas no podía contaminar el alma de esa humana es porque su amor la protegía, el mismo se contamino al enamorarse, pues un buen demonio no siente amor. Sin embargo, su cometido se cumplió, Sin su escudo protector, El alma humana sucumbió ante la obscuridad de este devorador mas grande, el destino de ambos fue sellado para estar juntos en la eterna obscuridad, ambos devorados por el mismo devorador de almas, ambos con el mismo final.